Beneficios del Vino: Antioxidantes, Resveratrol y Salud General

Beneficios del Vino: Antioxidantes, Resveratrol y Salud General

Polifenoles: Los Antioxidantes Naturales del Vino

Los componentes benéficos del vino se encuentran principalmente en la cáscara de la uva, también llamada hollejo. Para extraerlos, se prensa la uva y se incorpora la piel al jugo. De este modo se liberan sustancias llamadas polifenoles, antioxidantes muy potentes que benefician al cuerpo humano.

Cuanto mayor sea la extracción de estos componentes, más beneficios traerá el vino. Los polifenoles incluyen taninos, antocianos y resveratrol, además de carotenoides, todos ellos aliados para mantener un estado de salud óptimo.

Taninos: Conservadores Naturales y Protectores del Corazón

Los taninos actúan como conservadores naturales del vino, aportando longevidad y estructura. En la salud, ayudan a descomponer la grasa de los alimentos y a eliminar el colesterol.

Un consumo diario y moderado previene que el colesterol se acumule en las arterias, reduciendo el riesgo de infartos. Sin embargo, un exceso puede ser contraproducente, y un consumo insuficiente no aporta los beneficios deseados.

Antocianos y Carotenoides: Protección contra el Envejecimiento

Los antocianos son responsables del color del vino y, junto con los carotenoides, protegen al cuerpo de la oxidación celular. Este efecto ayuda a retrasar signos de envejecimiento, como las arrugas o “patas de gallo”.

Además, potencian la acción antioxidante general, fortaleciendo la salud cardiovascular y celular.

Resveratrol: El Potente Anticancerígeno Natural

El resveratrol es un compuesto clave para la dieta diaria. Posee propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias y antioxidantes. Hoy en día incluso se comercializan cápsulas de resveratrol para consumo diario.

Cuando se combina con taninos y antocianos, su efecto se potencia, ofreciendo beneficios integrales para la salud.

Consumo Moderado: La Clave del Efecto Beneficioso

Para que los efectos del vino sean óptimos, la moderación es fundamental. El cuerpo absorbe mejor los taninos, antocianos y resveratrol cuando se ingiere de manera controlada.

El consumo ideal es de dos copas de vino al día, de 5 a 6 días por semana. Más de 4 o 5 copas anulan los beneficios, mientras que una cantidad menor no alcanza el efecto deseado.

En resumen, beber con moderación y regularidad es más saludable que consumir grandes cantidades en un solo día.

Salud,
Jesús

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Jesús Díez
Químico / Enólogo / Viticultor Entusiasta educador del vino y los destilados Columnista, Conductor de TV, Radio y Catedrático Director de la Escuela de Vinos, "Jesus Diez-Vinicultura"