Rasgos de los vinos blancos

La segunda clave para los blancos es la gran acidez que poseen, mayor que otros vinos, por ello son frescos, elegantes y perfectos como aperitivos.

Otra importante característica suele ser la integración de gas carbónico (burbujas) durante su elaboración lo que los hace perfectos para combinar con cualquier tipo de comida, para expresar de manera más importante los aromas de los alimentos y perfectos para celebrar.

Para entender de manera simple los vinos tendremos tres categorías de blancos, los que son con espumosos, los que son tranquilos (vinos de mesa) y los que son generosos (aquellos con mayor azúcar residual de la uva)

Los vinos espumosos pueden ser elaborados con método Champenoise (botella por botella), Charmat (en un tanque grande) o por inyección.

En los vinos Generosos o de postre, tendremos los vinos dulces que son elaborados deshidratándolos en el viñedo, se llaman cosecha tardía, los vinos que se cosechan cuando se congela la uva, se denominan Icewine y los vinos que los deshidrata un hongo llamado Botryis, los cuales tienen en sobrenombre de botriticos.

Finalmente, los vinos tranquilos en los que tenemos varios estilos; Los primeros son los jóvenes, son aquellos que no tienen barrica, conservan su alta acidez, con aromas cítricos y florales marcados. Los segundos son aquellos vinos jóvenes que pasan un tiempo en contacto con las levaduras muertas llamadas “lias”, estas dan aromas de frutos secos que se armonizan con los aromas de cítricos y flores, con buena acidez. Como tercer estilo son los vinos con barrica, que después de pasar por la fermentación, pasan un tiempo en barrica, pero solo para dar un espectro diferente de aromas para hacer sinergia con alimentos. El cuarto tipo son los blancos fermentados en barrica, aquellos vinos que la fermentación la realizan en barrica o tanque de madera, adquiriendo con ello aromas de vainilla, especias, frutos secos, así como algunos aromas de frutas tropicales provenientes de la uva. Por último nombraremos los vinos que se llaman de “maceración pre-fermentativa” es decir macerar antes de fermentar, con esto los hollejos o pieles están en contacto con el mosto adquiriendo compuestos llamados fenoles que dan textura y carácter a los vinos sin llenarlos con los taninos (astringencia) de la uva ni de la barrica.

Con esto ya podemos escoger el vino adecuado para el momento, la comida y el clima.

Un abrazo.

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Jesús Díez
Químico / Enólogo / Viticultor Columnista, Conductor de TV, Radio y Catedrático. Director de la Escuela de Vinos, JESUSDIEZ/VINICULTURA
Jesús Díez® / 2024

El vino es pasión en una botella