Historia de la Viticultura: Origen, Expansión y Desafíos
Orígenes de la vid en el mundo
Desde la época de Pangea, cuando los continentes estaban unidos, las vides comenzaron a diversificarse. Algunas permanecieron en Europa y otras migraron hacia América tras la separación de los continentes.
Hace aproximadamente 10 mil años, después de la cuarta glaciación, la vid llegó al norte de Europa y Oriente Medio, especialmente a Georgia, Azerbaiyán y países del Cáucaso. Allí comenzó la viticultura. Posteriormente, descendió hacia Mesopotamia, donde surgió también la escritura y se documentó la producción de vino.
Difusión por el Mediterráneo y Europa
Los Fenicios llevaron la viticultura a todo el Mediterráneo, llegando a África, Egipto, Chipre y Grecia. Los griegos introdujeron técnicas y conocimientos que los romanos adoptaron y expandieron por Europa, creando viñedos míticos como St. Emilion en Burdeos.
Con las conquistas romanas, el conocimiento vitivinícola se difundió por todo el continente. España recibió esta herencia, y en 1493, tras el segundo viaje de Colón, la vid llegó a América. Para 1531 ya existían viñedos cerca de Puebla, México, pocos años después de la caída de Tenochtitlán.
Expansión de la viticultura en América y Oceanía
De México, la vid se extendió hacia el norte y sur del continente americano. Para 1555, la viticultura había llegado a Chile y Argentina. Para 1600, se había establecido en México y Estados Unidos, llegando hasta Texas y California.
En 1700, la viticultura alcanzó Australia y Nueva Zelanda, consolidando así la presencia global de la vid.
Las franjas del vino y el desarrollo moderno
Hoy, las principales regiones vitivinícolas del mundo se encuentran entre las latitudes 30°-50° norte y 30°-40° sur, conocidas como las franjas del vino. Estas zonas ofrecen climas y suelos ideales para que las uvas se desarrollen con características heterogéneas, potenciando la diversidad de los vinos.
Para 1850, la viticultura europea estaba muy avanzada. Se realizaron cruces de plantas para combatir enfermedades fúngicas. Algunas vides americanas, resistentes al oídio, se importaron sin prever que contenían filoxera, un insecto que destruye las raíces de las vides europeas. Esto redujo la producción en un 90%.
La solución: el injerto
La solución fue injertar plantas americanas resistentes con vides europeas de alta calidad. Este método permitió mantener los viñedos sanos y garantizar la excelencia de las uvas y los vinos. Hoy, la mayoría de las grandes vinícolas del mundo utiliza plantas injertadas para proteger la longevidad de sus viñedos.
La próxima semana exploraremos cómo podar y dar forma a los viñedos, adaptándolos a la climatología, los suelos y los distintos estilos de vino en el mundo.
Un abrazo,
Jesús